La Escuela Infantil “Quinterías” ha llevado a cabo durante la primera semana de abril, unas jornadas sobre seguridad vial, impartido por un profesional en la materia.
Esta iniciativa, ha tenido muy buena acogida tanto por los niños/as como por sus familiares.
La experiencia ha demostrado que los “Parques Infantiles de Tráfico” son complemento indispensable de la labor docente y formativa iniciada al respecto, ya que proporcionan a los escolares la oportunidad de que la teoría aprendida pueda ser practicada en unas condiciones ideales y que los principios inculcados puedan transformarse por el hábito en normas de conducta.
Por ello, se ha construido en el Centro un circuito con viales, reproducción de situaciones de tráfico, conteniendo todos aquellos elementos propios de las vías públicas, con su correspondiente señalización, incluidos vehículos (bicicletas, motos y pequeños karts) no concebidos para competición deportiva sino con un exclusivo fin educativo.
Se trata de una formación temprana y acorde a lo que nos encontramos día a día orientada a los niños, ya que es la mejor forma de que poco a poco puedan convivir con el resto de usuarios de la vía en armonía y que además, cuando sean futuros conductores lo hagan con mayor seguridad.
Tras la consideración de estos aspectos y el análisis de los contenidos del currículo para esta etapa, hemos de conocer los comportamientos viales más habituales que caracterizan este periodo donde el niño/a hace uso de las vías públicas como peatón o viajero acompañado. Por ello, el tratamiento de la Educación Vial, ha de procurar fomentar actitudes de conciencia ciudadana y desarrollar en el niño/a hábitos encaminados a la creación del sentido vial.
Es de vital importancia adoptar las medidas precisas para enseñar y divulgar las normas de circulación. A este respecto, ninguna labor más interesante y urgente que la adecuada educación vial del niño, el más necesitado de protección entre los usuarios de las vías públicas y la más firme esperanza de un futuro mundo vial más disciplinado y seguro.
MARÍA RUIZ TALAYA